Mirándose al espejo descubrió que su rostro nunca fue suyo,
tenía un lunar nuevo y el color de sus ojos le parecía muy extraño, una taza de
café con una cucharadita de miel y crema de leche.
Marina no recuerda que anoche llego cansada y tiró la llave
del candado de su bicicleta en el cesto de la ropa sucia, hoy necesita salir
muy rápido de casa pero no tiene más remedio que tomar un bus que la lleve a la
escalera de madera que tiene que subir.
Caminas frecuentemente por esta calle, yo te he visto, te he
analizado ciertamente, y he llegado a la conclusión de que tu solo caminas para
consumir las horas absurdas que te sobran.
Alguna vez quise evaporar el agua que se estancaba en mi
alma, hoy escribo y veo una muralla… pero ya huelo el mar y la luz que
repletan los rincones de este cuarto a mi espalda.
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